La definición corta proclamada por el feminismo radical es: Género es una autopercepción de la propia identidad como consecuencia de una construcción social. Y le agregan: que no depende de la biología.
A varios autores se les atribuye el inicio del uso del término. Género (gender en inglés), se comenzó a utilizar por Margaret Mead, antropóloga estadounidense, en 1949 en sus investigaciones etnográficas. Ella introdujo la idea que que los papeles y conductas sexuales del hombre y la mujer varían según los contextos socioculturales.
Este concepto permeó en la psicología y sexología de los años 50, como un equivalente a los términos transexual e intersexual1.
A pesar de que el término género se atribuyó a los comportamientos masculinos y femeninos y sus diferencias sexuales, feministas como Kate Millet, en 1969, rechazan que las diferencias tengan relación con la biología2.
Además, Millet y otros autores (Robert Stoller, Sex and Gender, 1968 y Germaine Greer, The Femalle Eunuch, 1971) promueven que el origen de las diferencias entre hombres y mujeres lo crea la cultura. Y por lo tanto, al no tener relación con la biología puede ser maleable, es decir que puede tomar cualquier tendencia. “Ni la conducta o los sentimientos, estarían ligados a la anatomía sexual”.Stolke, Verena. (2004)
Según estas posturas, la cultura es la que ha determinado los roles de género. Definiendo el comportamiento masculino ligado a la fuerza, la violencia, el liderazgo entre otros, mientras que la mujer está ligado a la pasividad, el hogar y el servicio.
Además, plantear que existe una razón biológica por la cual existen diferencias entre hombres y mujeres es considerado un “determinismo bio-sexual dualista”. También se le menciona despectivamente con otros términos tales como “heteronormatividad”.
En los años 90´s Judith Butler, propuso que las personas construyen su identidad sexual en base a las normas dominantes y su comportamiento es una “puesta en escena” (teoría performativa, del inglés performer)3 donde ya están asignados los puestos de poder. En uno de sus libros plantea que hay que deconstruir la identidad sexual y para ello hay que liberarse de la materialidad biológica.
Uno de los principales errores de estas posturas es la insistencia en separar el comportamiento humano de la biología. Es decir, que la biología no tiene nada que ver con la psicología de las personas.
Además, el género abraza la teoría queer4, que implica la autopercepción de un sinnúmero de variables de identificación de comportamientos sexuales5.
Si bien es cierto, la cultura y los entornos sociales son importantes para moldear el comportamiento, no es sostenible ubicarlos antes de la biología o incluso sin ella.
Para aclarar la confusión que existe, podemos concluir que el término género es inexacto e incorrecto para definir las identidades y relaciones entre hombres y mujeres al rechazar la esencia y biología del ser humano.
A pesar de ello, se crean legislaciones de género, manuales de género, oficinas de género en las instituciones públicas, entre otros; cuyos objetivos proclaman cierta visión de equidad y compensar las injusticias hacia las mujeres.
Al aceptar dichos organismos o unidades de género en instituciones y empresas con la intención de crear ambientes de trabajo igualitarios o equitativos, estamos aceptando sin saberlo que la antropología humana ha cambiado, que ya no se basa en la ciencia biológica sino en subjetivas percepciones individuales. Cuando nos demos cuenta de la trampa que hemos permitido, con todos los absurdos que conlleva dicha ideología ya será tarde.
Ejemplo de ello es el cambio de identidad sexual de los empleados para aprovecharse de los beneficios que conlleva una condición biológica específica6. Y no solo hablamos de compartir los baños y vestidores del otro sexo, por parte de alguien que tiene la parafilia del voyerismo. En los países que tienen periodos de jubilación diferenciados por sexo, nadie les podrá impedir a un grupo de hombres autoidentificarse como mujeres para reclamar su jubilación en forma adelantada7. Basta con decirlo; ni siquiera se le exige que vista como mujer, se cambie el nombre o se realice una intervención quirúrgica u hormonal, basta solo con expresar el deseo.
Otros países tienen tasas de interés preferente para préstamos o subvenciones a emprendedores diferenciadas por sexo, generalmente favorable a la mujer. Con solo que un hombre exprese que se siente mujer y obtiene dichos beneficios. Lo absurdo es, que una vez obtenidos los subsidios pueden volver a autoidentificarse como hombre sin perjuicio de ser acusados de estafa.
Actualmente se han creado programas educativos para normalizar la identidad de género en las escuelas bajo la premisa de evitar que las futuras generaciones sean “homofóbicas” y “generen injusticias” a los grupos LGTBIQ+.
Estos programas de educación en identidad de género no son más que instrumentos de adoctrinamiento de una visión equivocada de las relaciones entre hombres y mujeres y una tergiversación de la antropología.

Este artículo es parte del capítulo 7.
Descargue el capítulo completo en PDF de esta serie aquí:
- Stolke, Verena. (2004) La mujer es puro cuento: la cultura del género. https://www.scielo.br/j/ref/a/Y34wfFVpkt3B64sjBwYGYNS/?format=pdf&lang=es ↩︎
- Millet, Kate. (1977) Sexual Politics. p.29
↩︎ - La teoría performativa de género de Judith Butler, Psicología y Mente. 2018. https://psicologiaymente.com/social/teoria-performativa-genero-judith-butler
↩︎ - Mérida Jiménez, Rafael (ed.). Sexualidades Transgresoras: Una antología de los estudios queer. Icaria editorial, 2002. p.27
↩︎ - Queer implica una diversidad de autopercepciones y comportamientos: (homosexual, gay, lesbiana, bi-sexual, trans, cisgénero, pansexual, asexual, fluido, y decenas más).
↩︎ - El Salvador, Secretaría de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. 33-2016/195-2016 AC. https://www.asamblea.gob.sv/sites/default/files/documents/correspondencia/B74EA110-E1BB-4E2F-B100-DC3E74E2F2BE.pdf
↩︎ - Clarín, Redacción. 30 de Abril de 2019. Investigan si Sergia cambió de género sólo para jubilarse antes. Clarín. https://www.clarin.com/sociedad/investigan-sergia-cambio-genero-solo-jubilarse_0_qBLu-tFBr.html
↩︎